Keyra de Salieri


SoÑaNdO jUnTo Al HoMbRe De Mi ViDa

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★】̶ۣۜḜse fuego interno que solo ciertas personas consiguen arrancarte de tu almẶ̶ۣۜ ★】

★】Aprender a volar significa amar el viento ★】

El tiempo que dedicas a tu rosa es lo que hace que sea tan importante para ti...

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lunes, 17 de junio de 2013

Try (Siempre hay que intentarlo)

    
Ever wonder about what he's doing
How it all turned to lies
Sometimes I think? that it's better to never ask why


 
Where there is desire
There is gonna be a flame
Where there is a flame
Someone's bound to get burned
But just because it burns
Doesn't mean you're gonna die
You've gotta get up and try try try
Gotta get up and try try try
You gotta get up and try try try


Eh, eh, eh


Funny how the heart can be deceiving
More than just a couple times
Why do we fall in love so easy
Even when it's not right

 
Where there is desire
There is gonna be a flame
Where there is a flame
Someone's bound to get burned
But just because it burns
Doesn't mean you're gonna die
You've gotta get up and try try try
Gotta get up and try try try
You gotta get up and try try try


 
Ever worried that it might be ruined
And does it make you wanna cry?
When you're out there doing what you're doing
Are you just getting by?
Tell me are you just getting by by by


 
Where there is desire
There is gonna be a flame
Where there is a flame
Someone's bound to get burned
But just because it burns
Doesn't mean you're gonna die
You've gotta get up and try try try
Gotta get up and try try try
You gotta get up and try try try
Gotta get up and try try try
Gotta get up and try try try
You gotta get up and try try try
Gotta get up and try try try


 
You gotta get up and try try try
Gotta get up and try try try

martes, 11 de junio de 2013

Neko Girls

  Definición de Neko Girls (o "Chicas Neko") para aquél que no lo sepa: Son mujeres (normalmente jóvenes y bellas) que tienen características mínimas de animales domésticos (normalemente gatos, o incluso perros), como orejas, rabo o bigotes. Hasta ahora, eran fictícias y aparecían en series animadas o dibujos, normalmente japonesas (anime y manga, respectivamente).



















Cat Rol

  Dentro del universo del BDSM, existen multitud de juegos de rol. En el cual una o las dos partes, juegan a interpretar, caracterizarse o adaptar el comportamiento del rol en cuestión.

  Así, nos encontramos con el “CAT ROL”:

  Los gatos, son en realidad, animales semi-domésticos que conservan cierto instinto de independencia. Un ejemplo es que a los gatos, les gusta ser mimados y acariciados, pero cuando ellos quieren, si intentas forzar el cariño, cuando no quieren, se defenderán.

  La animalización felina (“Cat Rol”), puede subdividirse en:

- Kittens : Sumisas/os que adoptan el comportamiento felino (dentro de esta variante encontramos su versión japonesa: “Las Neko”).

- Cat Girls/Cats : Personas que se sienten atraídas por la animalización felina o algunas de las actitudes de los gatos.

  La diferencia entre estas dos primeras categorías es clara, mientras que las kitten han pasado por el proceso de “domesticación” y tratan de retratar todo lo posible al animal en cuestión, bajo la dirección de un Cat Trainer u Owner, las CatGirls/Cats seleccionan solo ciertas actitudes felinas como parte de su erotismo, pudiendo ejercer cualquier posición Ds o no usarla.

- Fetichistas : Aquellas personas que utilizan exclusivamente, la estética o imagen del Gato, para sus juegos eróticos/sexuales.

- Cat Trainers : Persona, generalmente Dominante, que elabora “Cat trainings”.

- Owners : Amo/a que “posee” una Kitten o Cat Girl, que ha pasado por el proceso de domesticación.

viernes, 7 de junio de 2013

Carta de un indignado...Al Sr.Grey:

Amigo Christian:

Te conocimos y todo cambió. Me explico:
    Has dejado el listón de la conquista tan alto que nos compararan contigo de por vida. Y es que no podías ser un tío normal, no...Eres guapísimo, seductor y multimillonario. No vives en Pino Montano, no.... Vives en una mansión que lo flipas. No conduces un Citröen Xsara, no, tienes un Audi Q-7 con chófer, y para vacilar, un Audi R-8, y pilotas tu propio helicoptero... Casi nada!!

   En el terreno laboral, vamos lo flipo, nunca has estado en el paro,ni has trabajado con contratos de 6 horas, no... tienes una empresa con cuarenta mil empleados y el fin de la misma es erradicar el hambre en el mundo...? Vamos hombre... ¡¡¡Venga ya!!!

   Emocionalmente hablando, conoces a una chica (por cierto virgen con veinte y tantos.. A ver quien se lo cree) y sobre la marcha le regalas un lote de libros carísimos, un MacBook Apple y un Audi A3. Perooo.. Tú sabes donde estas poniendo el listón colega!!?

   Mira, para que me entiendas... Artista! Cualquiera de mis amigos, llevaba a comer a su piva a La cigala de Oro y lo flipaban. Si les regalabas los cortavientos para el coche (para ti Clean Air) la tenías comiendo en tu mano mínimo 6 meses y si querías ganártela para toda la vida le regalabas el colgante de "La Niña" de Tous (porque ya están hartas del osito) y te casabas con ella seguro. Pero después de tus regalitos... ¿Que? ¿cómo las sorprendemos?

    Sexualmente vasss, eres mas raro que un perro verde.. Tienes una habitación llena de maquinitas, con barras separadoras, cuerdas, látigos... Chacho!!!! Pero claro, aquí el que está en el paro... Si se le ocurre dar un cachete más fuerte de lo normal, capaz que acaba denunciado por malos tratos...

Bueno Christian, me despido campeón. Solo una cosita...

Hijo de puta.!!

¿Cortejo en el BDSM?

RESPETO Y CABALLEROSIDAD...
    Son dos extraños hoy en día... En especial la caballerosidad.

    ¿Dónde quedaron esos ramos de flores? Esos detalles que a toda mujer por mucho que diga que no que son mariconadas...NOS ENCANTAN!!

   Ya en su momento comenté que lo que me atrajo de este mundillo fué el trato exquisito de respeto y caballerosidad que recibía por parte de los sumisos, que me devolvía a otras épocas en las que este tipo de tratamiento era habitual, y que a mi me fascina. Para mi ese tipo de trato, más allá del respeto, puede englobarse en lo que denomino BDSM romántico, quizá con ciertos toques victorianos. Más adelante mi ilusión se tornó en sorpresa al darme cuenta de que poco se hablaba de la vertiente romántica del BDSM, a pesar de que quien más quien menos afirmaba andar tras la relación ideal, en la que no solo existiera un vínculo Ama-sumiso, sinó algo más, lo que se suele entender como una relación de pareja (digo "suele" porque mi manera de entender una relación de este tipo es algo diferente a lo convencionalmente aceptado como tal).

   ¿Porqué digo que se hablaba poco? Porque en la mayoría de las explicaciones que encontraba mientras investigaba, en los blogs y escritos, se trataba mucho el tema de la obediencia, de la dominación, de la entrega de la voluntad y del control, la adoración se refería a alguna parte corporal de la fémina, y de soslayo se hablaba de algo así como subespace, como una nebulosa en la que se podía perder el sumiso absorto en sus propias sensaciones... ¿y el afecto?¿y el amor?

   A esto se sumó una situación desconcertante, y es que en mis múltiples conversaciones me daba cuenta de que todo era muy directo. Me explico: normalmente cuando se conoce a alguien nos interesa saber cómo es la persona, si nos cae bien o mal por su forma de expresarse y de entender la vida, de tratarnos, saber si tenemos afinidades o intereses comunes y qué podríamos compartir,y si además nos resulta una persona atractiva o interesante, intentamos averiguarlo todo, no solo porque resulte de interés, sinó para saber si podríamos encajar. Este proceso lleva un tiempo, y durante ese tiempo existen aproximaciones más o menos sutiles, señales que nos indican si nos gusta la otra persona o si le gustamos, hay un cierto coqueteo cuando la otra persona nos resulta atractiva, insinuaciones veladas, una cierta seducción hasta que se pone de manifiesto si existe un interés mútuo. Es lo que llamamos cortejo, y a mi me resulta muy estimulante y divertido. Y útil.

   Parece que al intentar separar el BDSM de los sentimientos también se ha perdido gran parte de este arte de cortejar, o eso o nos hemos vuelto más cómodos. Repasando como nos conocimos mi sumiso y yo me doy cuenta de que existió ese proceso de una forma sutil, y que así fué como, poco a poco, me fué conquistando. Quizá sea mi manera de entender las relaciones y que ésta no tenga nada que ver con el BDSM, pero lo que había visto hasta ahora no me resulta para nada atractivo. Que alguien se te presente y después del saludo te diga en qué puede servirte, y le digas que conversando ya te ayuda, y te responda "¿sólo eso?", pues la verdad es que no te predispone para seguir con la conversación. Por otra parte existe una costumbre o norma no escrita en la que yo también piqué al principio, que consiste en el trámite de la "presentación".

   Quizá esto sea fruto de los tiempos materialistas y fast-food que vivimos, y que parezca recomendable para no perder el tiempo ni hacérselo perder a la otra persona, lo de explicar nada más presentarte todas las cosas que te gustan, con las que fantaseas o que has hecho anteriormente, incluyendo la experiencia y los datos físicos. Yo no digo que no sea práctico, pero no hay magia en que alguien te cuente su currículum, porque se pierde la fascinación de ir descubriendo que se tienen gustos afines, o fantasías compartidas. Pero iré un poco más allá, y es que después de la presentación inicial, la siguiente pregunta es "¿le intereso para ser su sumiso?", a lo que a mi siempre se me ponen los ojos como platos, ¿se supone que con esos datos soy capaz de saber como es una persona?

   Siempre decimos que lo importante son las personas, pero con este intercambio de información las convertimos en meros productos, perfiles de una página de contactos, y lo que es más, este inicio afecta al resto del desarrollo de la relación. Por ejemplo, supongamos que se diera el caso de que hubiera afinidad en gustos dentro del BDSM, eso podría ser un principio si lo único que nos interesara fuera compartir un par de horas haciendo cada cual lo que le gusta. Para mi es algo incompleto, porque no es lo mismo atar a alguien a quien no conozco y que no me dice nada, a atar a alguien con quien me une la confianza y la complicidad, por no decir la atracción mútua. Sería lo mismo que ir a una sala swinger, echar un vistazo, elegir, tener un contacto sexual y después cada cual a su casa. Pobre, muy pobre. Y que conste que no digo que no pueda resultar divertido, pero para mi sería eso solamente, diversión.

   Y es que como ya he dicho muchas veces para mi el BDSM es algo más que diversión (y respeto a quien lo vea y lo viva como una simple diversión, pero no nos entenderíamos). Incluso para un rato de diversión yo necesitaría algo más, una conexión, un caerme bien, y para eso es preciso relacionarse, hablar, y compartir algo más que una lista. Y tiene que haber algo más que el puro interés por satisfacer unas fantasías sexuales, porque si es para eso, yo no comparto mi intimidad, es algo muy privado.

   Siguiendo con el ejemplo, digamos que las listas coinciden, y después de una pormenorización de "a mi me gusta así o asá", el paso siguiente sería conocerse, tomando un café algunas veces, pero otras se pretende pasar directamente a la acción ("me gustaría servirla, Señora", lo que yo interpreto como necesidad de tener ya una aproximación más íntima). Normalmente en una relación se da un periodo de unos meses en el que ambos se van conociendo, cuentan aspectos de su vida, de su pasado, y se comparten situaciones cotidianas que nos dan una idea de como sería una relación continuada con esa persona. En el mundillo del BDSM parece que la vida privada es otra dimensión, la dimensión desconocida, y que todo lo que se trate debe ser alrededor del BDSM, porque lo demás se califica de "vida privada" y le atañe a cada uno. Con un poco de suerte la otra persona puede llegar a ser sincera en cuanto a su situación familiar, pero el secretismo forma parte de intentar protegerse de filtraciones o de indiscreciones que pudieran ponernos en una situación comprometida en el mundo convencional. O peor aún, ocultar la absoluta falta de interés en nada más que no sea la satisfacción de los deseos.


   Pero supongamos que de forma malabarista hemos conseguido arañar algunas pistas que nos indiquen que esa persona nos cae bien y que podría funcionar en una relación, al menos D/s. Después del primer café parece que nadie se plantea otras opciones, como ir a cenar, pasear, quedar para charlar... Y es como si nos despersonalizáramos, y el siguiente encuentro ya es para "jugar", sin saber siquiera como puede reaccionar una persona ante determinados estímulos, ni siquiera si puede tener problemas de salud que puedan darnos algún susto. Y se queda unas cuantas veces. Al principio son necesarias algunas veces para al menos tantearnos, porque no todo el mundo practica igual, o juega de la misma forma, ni tiene la misma forma de dominar. Pero siguiendo con un caso optimista supongamos que después de un reajuste inicial los gustos se equiparan. Ahí empieza el periodo de bonanza, en el que ambos se divierten... hasta que llega la rutina. Y ésta llega. Por mucho que se diga que lo bonito del BDSM es la fantasía, soy de la opinión que incluso la lista se llega a agotar, y se empieza con la peligrosa escalada del "más difícil todavía" o lo que se suele denominar "progreso de la relación D/s". Esto consiste en probar cosas nuevas o añadir más intensidad a las que ya se practicaban, hasta que se llega al tope, al límite. Porque los límites existen. Y ahí se llega a la meseta... y después de la meseta ¿qué queda? ¿volvemos a empezar con la lista esta vez en orden alfabético?




  En mi opinión se pierde lo más bonito, que es disfrutarse como personas, porque el mundo de las sensaciones es limitado. Y a eso contribuye el cortejo, no porque intente conquistar a la otra parte, que en parte también, sinó porque es un periodo en el que se mantienen latentes nuestros deseos sexuales, y desarrollamos otro tipo de deseos diferentes. Deseo por coincidir con la otra persona, de que nos hable o nos mire, deseo de mostrarnos, de buscar en nosotros aquello que le pueda gustar, de ver en la otra persona qué nos gusta, de valorarla, compartir lo que decubrimos, lo que vamos sintiendo, anhelar una simple caricia o una sonrisa... es una fase de sufrimiento: ¿le gusto?¿le intereso?¿podría funcionar?, pero al mismo tiempo es una fase de ilusión, donde cualquier indicio se vive con esperanza.

   Me entristece pensar que eso se pierda en aras del pragmatismo, del "yo Tarzán , tú Jane", de las matemáticas bedesemeras o la lógica que dice que "si a A le gusta X y a B le gusta X, entonces A+B = X2"... ¿no resulta esto un poco frío? Falta el calor de compartir algo más que los cuerpos o las fantasías, falta el derretirse ante cada gesto del otro, anhelar su presencia, devorar cada cada miguita en el camino que indique que al final nos espera una casita de chocolate.

  O incluso cuando todo este proceso pueda desembocar en el desencanto, en que la relación no se consolide o no exista esa conexión, me parece muy enriquecedor. No es necesario verlo como un fracaso personal, sinó de vivirlo como lo que es: el natural desarrollo de nuestra vida social, en la que a veces encontramos personas afines y a veces no, en la que a veces se consigue lo que queremos y a veces no, pero que eso no nos desmerece en absoluto como personas.

   Me gusta la magia, y si puedo elegir, prefiero que exista esa magia también en el BDSM.

Lo encontré en un blog que ahora mismo no recuerdo pero me encantó y lo comparto al 100%

Mas de 3000 visitas!!!Gracias!!

Vaya sorpresa!!!

Acabo de entrar después de unos días desconectada y me encuentro mas de 3100 visitas!!!

Muchisimas gracias a todos!!